"Echados Entre los Tiestos" (Salmo 68:13) Introducción a una serie de estudios

“Bien que fuisteis echados entre los tiestos,

Seréis como alas de paloma cubiertas de plata,

Y sus plumas con amarillez de oro.” ~ Sal. 68:13

Aunque nuestras vidas quebrantadas

están tiradas a la basura por el mundo,

Dios prometa levantarnos a ser

un tesoro precioso para Él.

INTRODUCCION

          El Salmo 68 es un capítulo de alabanza a Dios. Nos habla de Su grandeza, de Sus hechos poderosos, y de muchas promesas preciosas para sus hijos.  Además  nos muestra lo bueno que Dios es con su pueblo, como vence a los enemigos de Israel y como rescata a Sus hijos de situaciones difíciles cuando están desechados.  En el Versículo 13, al igual que en otros versículos de este Capítulo hay ejemplos del estado en que estábamos cuando Dios nos liberó.

“Bien que fuisteis echados entre los tiestos,

Seréis como alas de paloma cubiertas de plata,

Y sus plumas con amarillez de oro.”

~ Salmos 68:13

El versículo anterior dice que los hijos de Dios se encuentran echados entre los tiestos.  A lo mejor algunas de ustedes están preguntándose ¿Qué son tiestos?

Tiesto: Pedazo de cualquier vasija de barro

(Real Academia Española)

          En consecuencia el estar “echados entre los tiestos”, el estar derribados  entre las cosas rotas, feas e inservibles, significa estar tirados en la basura.  El pasaje no nos muestra la razón por la que están echados allí; pero puede ser la consecuencia del pecado, o que Dios lo permite para probar a Sus hijos, independiente de la razón por la cual Sus hijos están en esa situación, Dios promete que aunque lleguemos al punto de que no tenemos esperanza ni ningún valor ante los ojos del mundo (pues nos echaron a la basura con las cosas quebrantadas e inútiles), Él nos levanta, nos hace muy valiosos y nos da  la paz que tanto necesitamos.

          En el transcurso de estas reuniones estudiaremos la vida de diferentes mujeres de la Biblia.  Algunas de estas mujeres se consideran malas y otras buenas, pero todas durante su vida sufrieron algo tan horrible que se sintieron  “echados entre los tiestos.”  Pero en el momento que en su vida sintieron el rechazo, la tristeza y el dolor todas ellas tocaron el fondo.  Aun así, a pesar de la situación y a pesar de sus equivocaciones por salir adelante, Dios tuvo misericordia.  La vida   de algunas de estas mujeres son ejemplo del amor de Dios cuando rendimos todo nuestro ser a Él; y en el caso de otras mujeres que a pesar de que se aferraron a su voluntad y siguieron en su propio camino, Dios también las bendijo.  En la vida de cada una de estas mujeres veremos la Misericordia y la Omnipotencia de Dios.

          A través de toda la Biblia vemos las equivocaciones de los hijos de Dios: Jacobo engañó, Pedro negó a Cristo, David fue adultero, Noé fue borracho, Jonás huyó de Dios, Moisés cometió homicidio, Gedeón fue inseguro, María (hermana de Moisés) fue intrigante, Marta se preocupaba, Tomás dudó, Sara fue impaciente, Elías fue sujeto a pasiones, Zaqueo fue bajito, Abrahán fue viejo, Lázaro estaba muerto, Pablo persiguió a la iglesia, Marcos se desanimó, etc.  ¿Y sabes qué?  Dios los usó a pesar de ellos mismos: Jacobo fue el padre del nación de Israel, Pedro murió como mártir, por no negar a Cristo; David fue ancestro de Jesús, Noé edificó la arca, Jonás predicó a sus enemigos y un nación entera fue salva, Moisés partió el Mar Rojo, Gedeón derrotó un ejército de 135,000 soldados con 300 hombres, María (hermana de Moisés) fue sanada de lepra, Marta creyó en Jesús, Tomás reconoció a Jesús como Dios, Sara dio a luz aunque era estéril, Elías oró y paró la lluvia y oró otra vez y llovió, Zaqueo cambió a un hombre de alta moral, Abrahán estuvo dispuesto a sacrificar a Dios al hijo prometido en su vejez. Lázaro resucitó de la muerte, Pablo edificó la iglesia en varios partes del mundo, Marcos siguió la carrera y escribió uno de los cuatro evangelios, etc.

          No importa quienes seamos, ¡lo que importa es, quien es Dios!

1 Corintios 1:26-31

“Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;

Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;

Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,

A fin de que nadie se jacte en su presencia.

Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;

Para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.”

Mujeres en quienes Dios se glorificó, aunque sus vidas fueron “echadas entre los tiestos”:

Rahab                   Gomer                Tamar            Betsabe          Noemí           Rut   

Maria                   Lea           La mujer Samarita         Hannah     Abigail        Elizabeth